Uno de los cambios más esperados por las empresas este año viene de la mano de la Agencia Tributaria, que ha introducido una vía más ágil y sencilla para rectificar la declaración del Impuesto de Sociedades. A partir de ahora, si se detecta un error tras su presentación, ya no será necesario embarcarse en un procedimiento largo y engorroso. Te explicamos en qué consiste esta novedad y cómo beneficiarte de ella.
¿Qué cambia con esta nueva opción?
Hasta ahora, cuando una empresa cometía un error en su autoliquidación del Impuesto de Sociedades, debía presentar un recurso de rectificación o una declaración complementaria. Ambos procesos requerían una gestión más compleja y una resolución administrativa.
Desde este ejercicio, las empresas pueden modificar directamente su declaración a través del modelo 200, utilizando una opción específica habilitada para ello en el portal de la Agencia Tributaria. Esta rectificación se convierte así en un trámite mucho más rápido y accesible.
Ventajas clave de este nuevo mecanismo
- Mayor agilidad: ya no es necesario esperar resoluciones o iniciar procedimientos administrativos.
- Simplificación administrativa: se reduce el número de trámites, lo que supone un ahorro de tiempo y recursos.
- Transparencia fiscal: facilita que las empresas corrijan errores involuntarios sin temor a sanciones innecesarias.
¿En qué casos puede usarse?
Este mecanismo es aplicable en situaciones como:
- Omisiones o errores en ingresos o gastos contabilizados.
- Deducciones no aplicadas correctamente.
- Rectificación de bases imponibles negativas u otras compensaciones.
Eso sí, si la rectificación implica un mayor ingreso para Hacienda, será necesario realizar el pago correspondiente y podrían aplicarse intereses.
¿Cómo debe actuar tu empresa?
Lo ideal es contar con una asesoría de confianza que revise la declaración antes de presentarla. Pero si ya se ha entregado y descubres un error, acude a tu gestoría cuanto antes para proceder a la rectificación desde el modelo 200.